Una serie de detalles que no debemos olvidar para mantener nuestra salud bucodental.
Al menos 8 de cada 10 españoles mayores de 35 años presenta algún problema relacionado con las encías, según advierten desde la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) y su Fundación, por lo que avisan: «una relajación temporal en las medidas de higiene bucodental con motivo de las vacaciones, los viajes o las fiestas puede ser un factor desencadenante de una enfermedad de las encías, un agravamiento de las mismas y/o un empeoramiento de la salud general».
Por eso, la SEPA quiere llamar la atención sobre algunas medidas esenciales que pueden compatibilizar un cuidado bucodental mínimo con los «inevitables» excesos de la Navidad.
Este cambio en nuestras costumbres puede acarrear problemas de salud general (aumento de peso, hipertensión, hipercolesterolemia), así como el empeoramiento de la salud bucodental. Las consecuencias de la relajación en los buenos hábitos dietéticos e higiénicos pueden no sólo afectar al área bucodental o a la estética. Actualmente, disponemos de suficiente evidencia de que la enfermedad periodontal no tratada puede tener repercusiones a nivel sistémico en personas predispuestas y estar vinculadas con un mayor riesgo de sufrir diabetes o de controlarla peor, de padecer un evento cardiovascular o en embarazadas, de sufrir un parto prematuro.
En este contexto, desde la SEPA se ofrecen algunos consejos básicos para poder disfrutar de las estas navideñas sin poner en peligro el presente y futuro de tu salud bucodental. Si es imposible cumplir con las recomendaciones básicas de cuidado bucodental, al menos hay que mantener obligatoriamente el cepillado dental antes de acostarse, ya que la disminución del flujo salivar cuando se duerme hace que haya cambios en el pH y que, por tanto, se incremente el riesgo de aparición de complicaciones en la salud bucal. Y aporta una decena de recomendaciones prácticas a seguir:
En primer lugar, señala que es importante controlar qué y cuánto se come, sobre todo en relación a los típicos dulces navideños. Recomienda no comerlos todos los días y, sobre todo, evitar picar entre horas, pues está demostrado que los azúcares (junto con una mala higiene) tienen relación con la aparición de las caries.
También resalta la importancia de cepillarse los dientes al menos antes de acostarse. Durante estas fechas se hacen muchas comidas fuera de casa y es difícil mantener la higiene bucodental acostumbrada. Aunque se coma o cene fuera de casa, no hay excusa para dejar de cepillarse, ya que existen cepillos de viaje, más pequeños o plegables que puedes llevar en el bolsillo o en el bolso. Así, el objetivo no es solo eliminar los restos de comida, sino también evitar la formación de placa bacteriana, previniendo así los problemas de inflamación de las encías.
Si ya sientes tus dientes sensibles al comer, beber o al cepillarte, no olvides que gran número de bebidas son ácidas y que no se suelen identificar como tales, por lo que actuarán empeorando este problema: el vino (más el blanco que el tinto), la cerveza, los refrescos de cola, las bebidas energéticas, los zumos de frutas (especialmente los cítricos) o las infusiones de frutos rojos. El efecto de estas bebidas sobre la sensibilidad dental aún es superior si se combinan entre sí y están fríos y son azucarados. Un tratamiento específico recomendado por tu dentista y el control en el consumo de estos ácidos ayudará a aliviar la hipersensibilidad dental.
También, para evitar el oscurecimiento de los dientes, aconseja no beber vino tinto, café, té o refrescos de cola en exceso. Igual sucederá si abusas del chocolate negro, y sobre todo, aún más si eres fumador.
Así, se ha elaborado una lista de los alimentos que se deben evitar. Seguramente los alimentos más cariogénicos que vamos a consumir en estas fechas serán los postres y dulces típicos navideños; de todos ellos, los tres que más pueden aumentar el riesgo de caries probablemente sean las frutas escarchadas, el guirlache y el mazapán.
No obstante, si no se pueden evitar los típicos dulces navideños, lo mejor es ingerirlos siempre en las comidas, porque se libera más saliva; hay que evitar tomar estos dulces entre horas para no ingerir un exceso de azúcar. También hay que evitar los dulces pegajosos o que se disuelven con lentitud y tener precaución al morder alimentos muy duros con los dientes delanteros, como el turrón o marisco; sobre todo si llevas restauraciones de composite o carillas, pues podrían fracturarse o despegarse.
Para prevenir el mal aliento, además de mantener una buena higiene dental (cepillado y limpieza entre dientes), no se puede olvidar cepillar la lengua cada día; un aliento fresco forma parte del aspecto ante los demás y es importante evitarlo para estar impecable en estas estas.