Fundamental para garantizar la salud bucal de los más pequeños
La infancia es la edad ideal para adquirir hábitos y costumbres sanas. El reto de muchos padres y madres es fomentar en los hijos aquellos valorares necesarios para adquirir buenas pautas y alcanzar niveles óptimos de bienestar. Enseñárselos es la mejor manera de prevenir problemas de salud.
Si hablamos de salud bucodental, el odontopediatra (especialista en atención dental a niños) juega un papel fundamental para garantizar la salud bucal de los más pequeños. Gracias a la odontopediatría, sabemos que es de vital importancia realizar un control preventivo y terapéutico de la salud oral, desde la niñez hasta la adolescencia. Además, en este sentido, la figura del odontopediatra es fundamental para que los niños tengan un primer contacto positivo con la consulta del dentista.
¿En que consiste la odontopediatría?
Un aspecto fundamental del que se encarga la odontopediatría es la prevención y detección de caries infantil, con especial énfasis en los factores debilitantes del esmalte dental. Los odontopediatras recomiendan llevar un buen control de la alimentación, además de prestar especial atención al cuidado dental durante la etapa de la primera dentición. También es muy importante la prevención y diagnóstico temprano, para evitar la caries lactante, o síndrome del biberón, y sus posteriores complicaciones, como la pulpitis. La utilización de flúor en la consulta dental puede ser un buen aliado para reforzar la resistencia del esmalte y prevenir este tipo de complicaciones.
De igual importancia es el estudio y tratamiento de maloclusiones en edad temprana. Gracias a la odontopediatría, se analizan y controlan hábitos, como la succión digital, que pueden alterar el desarrollo de una correcta oclusión o mordida en los más pequeños. Además, se estudia la respiración del niño para evitar posibles patologías.
El control de la estructura y coloración de los dientes es otro de los factores que estudia esta especialidad. Objeto de análisis son aquellos posibles defectos del esmalte, como la hipomineralización, la amelogénesis imperfecta o la pigmentación anómala.
Además, en esas edades, en la que los niños son muy activos, suele ser frecuente la aparición de fracturas dentales, provocadas por traumatismos, pudiendo llegar a provocar incluso la avulsión o pérdida del diente. Si esto ocurre, son precisamente los odontopediatras los encargados de restaurar o reimplantar las piezas dentales, para poder conservarlas durante el mayor tiempo posible o hasta la edad de recambio dentario.