Quien acaba de salir de una extracción dental debe descansar el resto del día, y mantener su cabeza arriba el mayor tiempo que pueda, para evitar sangrado.
De hecho, durante la primera noche tras la intervención, es aconsejable que se duerma con la cabeza lo más erguida posible.
Las indicaciones para las personas con extracción son generalmente las mismas. No consumir alimentos calientes hasta que la anestesia ya se haya desvanecido, para evitar quemaduras. También hay que procurar hablar lo menos posible para no morderse la lengua.
Debe además evitar enjuagar la boca, y en especial la zona de la extracción en las siguientes 24 horas, ser cuidadoso al comer y no beber alcohol ni fumar. El objetivo es no tocar el coágulo y evitar una infección por esta causa.
Después de un día, usar agua salada ayudará a cicatrizar la cavidad. La recomendación es enjuagarse con agua tibia y una cucharadita de sal dos veces al día la zona afectada.
Evitar, además, medicamentos como la aspirina.
Con el cepillado es diferente. La boca debe permanecer limpia, ahora más que nunca. Solo hay que ser precavidos con la zona cercana a la extracción.
Si nota un sangrado sígalo de cerca, pero no se alarme. Es normal que haya uno muy leve los primeros días. No debe enjuagarse, sino morder firmemente sobre un trozo de tela de algodón limpio doblado, como por ejemplo un pañuelo durante al menos 15 minutos, sobre la extracción. Si con esto no para el sangrado, debe llamar a su dentista.