Durante el verano, los traumatismos o roturas dentales se incrementan, debido a que hay más actividades al aire libre. No te diremos que no te diviertas (o se diviertan), pero sí que tomes decisiones correctas.
Pero además, te diremos como afrontar una situación en la que tú o alguien cercano ha sufrido un golpe en la cara o la boca.
Lo primero que se recomienda es que mantengas la calma y, de inmediato, verifiques el estado de la herida. Debes determinar si el diente está o no fuera de la boca, si solo está roto o fracturado y/o si tiene movilidad.
En el caso de que haya desprendimiento de la pieza dental (diente avulsionado), no se debe limpiar, sino conservarlo en leche o en saliva de la propia persona hasta llegar a la consulta dental, que deberá ser de inmediato, o sea, en las siguientes tres horas.
Conservar el diente en óptimas condiciones favorece su reimplantación temprana en la boca.
Si hay un diente fracturado, también conviene guardar el fragmento fracturado y acudir rápidamente al profesional para aplicar el tratamiento adecuado, y así evitar el dolor e infección de la pulpa dental.
Ahora bien, si el diente tiene movilidad lo que se recomienda es no tocarlo ni manipularlo con la lengua y acudir lo más pronto posible a la consulta dental para fijarlo a los dientes vecinos. El especialista valorará la necesidad de un tratamiento complementario.